lunes, 2 de septiembre de 2013

Ilusión - capitulo 28

Publicado por KerthyLigth en 11:27
Dos días libre, 48 horas sin estar atrapado en esa blanca habitación, aún no creía lo que había logrado.

Esa mañana había despertado sonriendo, un poco incómodo puesto que descansaba en una cama vieja, tallo sus ojos con lentitud, sabía que Thomas ya había despertado. Aún recordando cómo había llegado a la cabaña mientras se levantaba a saludar a quien lo mantenía en refugio, lejos de los guardias que lo buscaban en la ciudad.


Flashback

—Sigo sin creerlo— sincerizo con una sonrisa en sus labios mientras miraba el pequeño departamento del trenzado

—Créelo y también cree que desde ahora te protegeré, no haré nada contra tuya,  nada en absoluto —hablo acercándose al menor mirándolo firme, transmitiéndole sus sentimientos a base del contacto entre sus miradas

—Thomas, yo... La droga... No sé qué responderte ahora, sé que me ayudas, que te importo pero; no sé qué harás mañana, no se sí me entregarás o te aburrirás manteniéndome para después darme a los doctores nuevamente. No lo sé Thomas —hablo bajando levemente la mirada.

—Juro que lo que paso esa vez en el hospital no fue para hacerte mal, no lo fue Bill— se apegó a a él cuando este se alejó

—Entonces ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso querías hacerme daño? Yo confiaba en ti —al hablar lo hizo con la voz más tierna e inocente, al trenzando le trasmitía un escalofrío que le encantaba

—Esa tarde yo caminaba hacia tu habitación, no sé qué me pasa pero cada día dentro de aquel lugar tu no dejabas de permanecer en mi mente, no sé qué pasa en mí, no se sí es amor o algún deseo hacia ti —tras lo dicho, un leve sonrojo se formó en las mejillas del menor haciendo que Thomas asintiera con gracia— y entonces fui hasta tu habitación, al entrar te vi ahí; tirado entre tu cama y el suelo, te encontré drogado, yo no lo hice, Bill

—¿Estás diciendo que así me encontraste aquella vez? —el de rastas asintió— ¿Quien fue?, ¿acaso lo encubriste?

—no sé quien fue, no lo encubrí, como te dije; me importas mucho, tengo la necesidad de.... Protegerte y lo hice porque pensaron que te había dado alguna clase de ataque de nervios —Bill lo miro boquiabierto— se que no estás enfermó, yo te creo y por eso lo hice

—Perdiste tu trabajo... —guardo silencio un poco, procesando lo escuchado anteriormente

—Por ti— término la frase que el otro no completo, asintiendo

—No sé qué decir, jamás han hecho algo por mi y tu sin conocerme lo has hecho

—Te conozco y sé que me necesitas, lo veo —en ese momento deseo tanto probar sus labios, tan delgados y finos labios

—Te quiero Thomi —sonrió a modo de agradecimiento

—Te quiero —respondió acariciando el cabello del pelinegro acercándose a él, estudiando sus hermosos ojos color café, su nariz tan perfecta, sus mejillas con ese ligero toque rosado, sus labios delgados. Sabía que no podía besarlo aunque quisiera. — Eh bueno... Tenemos que irnos de aquí —sonrió un poco

— ¿Por qué? Me gusta este lugar, es acogedor

—Porque en el hospital tienen mi dirección, ellos me vieron y sabrán que te traje aquí, si no nos vamos pronto ellos nos encontrarán —el menor asintió con un poco de miedo— ve a la cocina y guarda en bolsas plásticas la comida enlatada que encuentres —ordeno señalando el cesto de bolsas plásticas —yo iré por un poco de ropa, no tenemos mucho tiempo

(*****)

—No temas, no te pasara nada —sonrió comenzando a caminar con algunas maletas hacia la carretera con Bill a su lado.

Tomaron un taxi sin saber a dónde ir necesariamente.

—A las afueras de la ciudad, por favor —pidió ya dentro del auto
—De acuerdo, joven —contesto el conductor

En el transcurso del viaje nadie decía nada, Bill miraba las calles por el ventanal como si nunca las hubiera visto, –y estaba en lo correcto, tenia tanto tiempo que no veía lo que hay en el mundo real–  Thomas miraba hacia el camino y el conductor  se limitaba a tararear las canciones de su reproductor.

A la hora llegaron al lugar esperado, ambos jóvenes bajaron con sus pertenencias, tomarían un bus hacia la zona Oeste del bosque donde se rentan Cabañas en fines de semana o vacaciones, ese sería su hogar hasta tener un plan convincente.

—Hemos llegado —Sonrió el trenzado llegando hasta la puerta de fierro con un gran letrero "Cabañas Franbidl"

— ¿Cómo es que conoces este lugar? Se ve hermoso –sonrió el chico mirando las flores de su alrededor

—Cuando era estudiante siempre venía aquí con mi mejor amigo —sonrió al recordar aquellos tiempo con el amigo que ahora no sabía qué era de él.

—Vamos, tenemos una vida que comenzar —ánimo al otro en todos los sentidos

Fin de flashback



(......)

— ¡Son unos idiotas, eso son! —dijo David con rabia hacia sus empleados: el doctor Franklin, Nicolás y Citlaly. Los tres en el despacho de Jost

—Perdona David, todo esto se nos está yendo de las manos, no podemos más, por favor —rogó el doctor con culpabilidad. Cuando este le había dicho al 'jefe' lo sucedido con Bill, llamo a los otros dos.

—Difícil para ti, no pueden hacer absolutamente nada bien, creía que con lo que hacía por ti y ti estúpido hospital iba a servir para que lo tuvieras más checado, ya veo que no me sirves

—Cariño, no nos hables así, no fue nuestra culpa, fue la dichosa enfermera esa —se quejó  la morena provocando más enojó a David

—Lárguense, si no lo encuentran se olvidan de mi —hablo fulminando a los empleados. Sabía que ninguno de los tres podía estar sin problemas sin él: Franklin sostenía su hospital por el capital proporcionado por David, Citlaly vivía en un techo dado  por su 'novio' y Nicolás había encontrado casa y trabajo gracias a él. Asintieron los tres sin saber la realidad que estaba tras todo esto, la maldad y juegos que David ocultaba.

(*****)

David tomaba un café frente a su socio "mano derecha" como lo llamaba.

— ¿No crees que eres muy cruel, más de lo que deberías?

—No. ¿Por qué lo dices? —Pregunto tomando un sorbo del café

—Vi como salieron esas personas de aquí, todos cabizbajos, con un semblante triste. ¿Qué es lo que planeas? Ya tienes el dinero de tu difunta

—No sé a qué te refieres, y no deberías saber mucho, Andrés —miro al joven frente a él; moreno, altura baja y mirada sutil. Era muy inteligente, perfecto para llevar los planes de su amigo a la luz —Déjame sólo un momento, necesito llamar a alguien.

El susodicho salió con la primera llamada, era inteligente y sabía que era mejor no revelarás ante él.

No sólo quiero el dinero de 'ella', quiero a Bill encerrado de por vida en esa habitación este enfermo o no, aunque... Con lo que ha pasado y pasará a de estar más que enfermo —río un poco– todas las empresas serán mías, que fácil es manipular a la gente, eres un genio, David —se aclamó recargándose en su asiento

(......)

—Hey, despertaste —sonrió Thomas sentado en el jardín fuera de la choza

—Si, ya he despertado —sonrió el pelinegro acercándose a él— ayer no pude apreciar el lugar pero, es fantástico —sonrió mirando su alrededor: pasto verde, grades árboles abundantes y pequeñas flores blancas.

—Lo sé, siempre me ha gustado este sitio —secundo el mayor

— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? Quiero ser libre realmente —Se sentó junto a su acompañante con cierta angustia en sus palabras

—Aún no lo sé Billy —fue lo único que contesto porque ciertamente no sabía que pasaría desde ahora.

Se acerco a él con un temblor en sus manos, quería hacerle saber que podía confiar en él, deseando también; transmitirle todo ese cariño que cada vez se hacía más claro, lo quería, lo quería mucho.

(......)

En el psiquiátrico enfermeros y personal de limpieza entraba y salía del recinto pegando carteles de búsqueda hacia Bill, preguntando en la calles dándole cierta información de paradero.

—Bill Trumper Jost, 18 años.
Reside en nuestro hospital desde hace 5 años, enfermo mentalmente de ansiedad compulsiva y otros transitorios mentales que se van apoderando de su identidad. Es peligroso para la sociedad, necesitamos encontrarlo —narro Franklin a los medios de comunicación

(*****)

—No puedo creer que nadie aquí haga su trabajó como se les ordena —suspiro Citlaly con cansancio— idiotas —murmuro mirando a lo lejos al jardinero diciendo lo que había sucedido

Flor llego hasta el lobby donde se encontraban policías y gente de seguridad del hospital, sólo deseaba que su pequeño Billy estuviera a salvo. Le habían dicho que Thomas —el cual ya odiaba— había huido con él y debían de estar juntos en estos momentos.

—Chicos —miro hacia los trabajadores del recinto— Franklin ordeno que vallamos hacia la casa del doctor Thomas, quien escapo con el paciente. —todos asintieron, tomando sus cosas para ir a buscar a los muchachos.

(......)

—Aquí estamos a salvo, ayer por la noche estaba pensando y nosotros no podemos estar solos en esto, me refiero a que tenemos que pedir ayuda, si tú no estás enfermo ellos deben pagar por todo esto— hablo el de trenzas con voz firme, era hora de empezar a actuar— esta tarde iremos a buscar a mi padre, el es un gran influyente y aunque no quiera, tendrá que ayudarnos

—Yo no estoy enfermo, yo lo probare si es necesario —contesto el pelinegro— gracias por hacer esto por mí, Thomi

Thomas sonrió acariciando su mejilla.
Lentamente se fue acercando hasta quedar a escasos segundos del rostro del pelinegro, para Bill todo era confuso, aún era muy joven pero ya estaba ahí, ya sabía que pasaría y también sabía que le iba a gustar.

El mayor comenzó a besar al chico con suma delicadeza, rosando sus labios levemente, lo tomo de la cintura pegándolo más a él, Bill respondió depositado sus manos en el cuello de su compañero, le gustaba lo que en ese momento sentía.
Se separaron lentamente, Thomas sonrió relamiendo sus labios con sabor a Bill.

—Esta tarde iremos a ver a mi padre, será mejor que tomes una ducha y después comeremos algo

—Esta bien —sonrió asintiendo. Se levantó y fue directo hacia la bañera con una sonrisa en los labios. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea