martes, 30 de julio de 2013

Ilusión - capitulo 5º

Publicado por KerthyLigth en 21:04 0 comentarios
Cerro la puerta con seguro y camino por el pasillo llegando a la planta baja donde se encontraba la enfermera, la saludo con una sonrisa a lo que ella le contesto de igual forma.



Se dirigió a la pequeña mesa que estaba junto a la enfermera y tomando la pluma anoto su nombre y su hora de salida, al terminar salió del hospital directo al estacionamiento para irse en su Cadillac negro.

Conducía dejando el hospital atrás pero voltio unos segundos, desde donde estaba se notaba el piso de la habitación  de Bill, sonrió al pensar en lo de esa tarde y siguió conduciendo.



Abrió la puerta de su apartamento suspirando al prender la luz notando lo solo que estaba, se masajeo la cabeza y fue directo a la cocina a tomar una soda y un trozo de pizza del día anterior, se sentó en el sofá mirando televisión.

Miro el reloj de pared que estaba atrás del sofá donde estaba sentado 12:30 pm. Bufo apagando la televisión y fue a su habitación con la intención de dormir lo cual no puedo hacer ya que al solo cerrar los ojos se le venia a la mente lo que vivió ese día con Bill

Le daba tanta curiosidad y un sentimiento que no sabia como interpretar pero le daba igual, él se sentía bien.



-Que día mas…raro, quien iba a decir que iba a tener algún contacto con un paciente de hay –suspiro- pero el... Parecía tan convencido de lo que decía y mas al decir que no estaba loco pero los locos siempre dicen eso no? –se decía a si mismo

Recordó cuando estaban jugando, no sabia por que le dijo que jugaría con el -tal vez fue solo algún impulso- pensó.



Rio un poco al recordar como ambos fingían voces, hasta el parecía loco al hablarle a la nada fingiendo ver alienígenas y aun que se había divertido se preguntaba por qué hizo eso? Porqué no solo le dio un calmante y ya? No sabia responder a eso, tal vez.. tal vez y estaba loco también.

Se quedo dormido de tanto pensar y recordar aquello vivido.

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Bill escucho como la puerta era serrada con candado pero  por esta vez no sintió tristeza alguna sabiendo que tenia un nuevo amigo, bueno tal vez no eran amigos pero ese día se había divertido bastante y no dudaba en que el doctor también. Miro la ventana y se acostó a la cama sonriéndole a la nada.



-Fue divertido aun que ni siquiera se su nombre ni nada de el –dijo haciendo un gesto divertido con la cara- aun así fue muy bueno conmigo



Bastaron solo pocos minutos para que se quedara dormido con una pequeña sonrisa decorando su bello rostro.

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Sonó el despertador haciendo que Thomas hiciera un sonido desaprobatorio ante aquel sonido molesto, le aventó la almohada al reloj que estaba sobre su mesita junto a la cama  pero aun así este no dejaba de sonar y sin ganas se sentó en la cama tallando sus ojos para después recoger y apagar el despertador.



-6:30 am –dijo con voz ronca

Camino lento y con trabajos llego al baño para ducharse.

Ya eran 6:50 y Thomas salía del apartamento con mejor as

pecto que hace unos minutos, condujo hacia el hospital y tras saludar a una que otra enfermera y anotar su hora de entrada fue al ascensor con la idea de visitar el 3º  piso –la habitación de Bill-pensó Thomas.



-Hey detenlo –dijo la voz de Franklin a lo que Thomas automáticamente cancelo la subida del ascensor

-Buenos días doctor –dijo Thomas  al verlo parado junto  a el para entrar al elevador

-Muy buenos días-sonrió- y gracias –contesto refiriéndose a lo de hace poco

Al cerrarse las puertas nuevamente Thomas iba directo a apretar el botón del piso  al que planeaba ir  a lo que el otro respondió con un –no-

-Como? –dijo Thomas al quitar la mano de los botones

-No aprietes ninguno, vamos directamente a la oficina de la 4ª planta

Tom solo asintió con la cabeza sin poder hacer más

Pronto llegaron a su destino; era una oficina grande y blanca, se sentó en una silla frente a Franklin esperando alguna indicación

-Thomas hoy vendrá un paciente nuevo –extendió una libreta con el cual enseñaba el historial de aquella persona –Tú  te encargaras de llevarlo al cuarto mientras yo arreglo los papeles de la clínica

-Esta bien, a que hora se presentara el paciente?

-A las 12:pm



Miro su reloj marcando las 7:40 am –a esa hora será entonces

Seguido de eso ambos arreglaron diversos papeles de cada paciente acomodando, firmando, tirando etc. Etc.

-Thomas vamos a tomar algo –dijo sacándolo de concentración

-De a cuerdo –dijo automáticamente mirando unos papeles-puedo llevar estos? –refiriéndose a los documentos que traía en mano

-Claro



Ambos se pararon de la silla  abandonando aquel cuarto yendo a la cafetería, mientras que Thomas acomodaba los documentos se vio claramente que en la primera hoja decía “Bill Kaulitz”

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Abrió los ojos al sentir algo posado sobre su nariz y al ver lo que era vio a un pequeño pájaro salir volando, sonrió y se levanto.

Se encontraba en un jardín sin arboles ni plantas, solo había pasto a todo su alrededor. Camino sin rumbo fijo encontrando  una casa, fue hacia ella y al abrir la puerta todo se oscureció, las luces que se encontraban en ella se apagaron  y el campo se nublo. Asustado busco una vela o algo que alumbrara pero choco con algo o alguien.

Sintió como era tocada su mano avanzando hasta su ante brazo, lo siguiente que vio le asusto. Apareció un cuerpo frente a él, era el  que estaba tocando su brazo, aquella persona le sonrió y Bill solo pudo sollozar sin hacer ningún movimiento.



Abrió los ojos  suspirando al ver que seguía en la habitación, por un momento le alegro eso. Toco su frente sudada y  la limpio con su mano sintiendo su corazón bombear a gran velocidad.

Miro el techo y recordó que esa no era la primera vez que tenia esa pesadilla, hace 3 años soñaba con lo mismo hasta que un día lo dio por superado y  lo enterró en lo mas profundo de su mente logrando así olvidarlo, pero parecía que no estaba completamente olvidado al haberlo  soñado de nuevo.



Cerro los ojos con miedo repitiéndose a si mismo que era un sueño solo eso , respiraba un poco agitado pero después de algunos segundos su respiración se controlo al darse cuenta que nada le pasaría.

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Franklin y Thomas llegaron a la cafetería del hospital notando que solo habían 6 0 7 doctores desayunando o trabajando con el computador, se sentaron en una silla cerca de el área donde se encontraba la comida y al ver a la señora que atendía ambos pidieron un café cargado y un pan dulce.



-Doctor el paciente de la habitación 97 piso 2 a tenido otro ataque-dijo una enfermera acercándose hacia ellos

-Debo irme, dejemos el café para luego –dijo Franklin

-Esta bien doctor



Franklin salió de la cafetería junto con la enfermera mientras esta le decía sobre dicho ataque de pánico de algún paciente.

En lo que el café llegaba Thomas coloco los papeles en aquella mesa, no sabia como es que los tomo, solo leyó el nombre “Bill Kaulitz ” y la curiosidad invadió su cuerpo.



“Bill Kaulitz Josh”

“paciente desde 2005”

“traído por su padrastro David Josh por un ataque de neurosis”

“Enfermedad detectada: Inconclusa”

-Su café-interrumpió la señora

-Gracias –dijo guardando los papeles listo para beber del café



Puso dos cucharadas de azúcar al café moviéndolo bien con la cuchara mientras observaba que todo a su alrededor era muy tranquilo, algunos doctores habían llegado y otros se habían ido, unos platicaban y otros leían algún libro. Se preguntaba como es que estaban tan felices viendo que arriba se encontraban personas enfermas que en algún momento necesitarían de su ayuda, suspiro, si a ellos no les importaban a él si les importaría.



Dio el primer sorbo pensando en lo leído -enfermedad inconclusa- dijo en susurro

Eso significaba o que no tenía una enfermedad estable o que en verdad el chico tenia razón.

Ilusión - capitulo 4º

Publicado por KerthyLigth en 21:02 0 comentarios
Thomas se quedo parado frente a una de las tantas puertas de los pacientes, suspiro y en ese instante se abrió la puerta dejando ver al paciente, era el que vio la primera vez aquí; el pelinegro  de tez blanca.
Bill al verlo se quedo boquiabierto emitiendo un “oh” pero sin dejar de mirarlo, Thomas por su parte solo le miraba un poco sorprendido.
 
-Hola –dijo Bill
-Hola-contesto Thomas
Bill sonría como si nada pero por dentro estaba nervioso por pensar que lo regañarían
-Que haces afuera de tu cuarto? –dijo oyéndose frío
-Yo..Yo pues..
Thomas sonrió por lo inocente que se veía intentando decir  una escusa.
-Aja? –dijo esperando una respuesta
-Yo…Perdone me escape del cuarto –dijo bajando la mirada algo triste
 
Cualquier doctor a tal respuesta lo dejaría de nuevo en la habitación y quitaría el tenedor pero Thomas no, Cuando lo vio sintió algo en su interior, no sabia que era pero no quería que ese sentimiento se fuera de él, suspiro y sonrió.
 
-Entra –abrió la puerta del cuarto ofreciéndole entrar
Bill no tenia de otra así que entro cohibido sentándose en la cama seguido de Thomas que se sentó en la silla frente a él.
 
-Dime por que te quisiste escapar
-No me quise escapar, solo Salí de la habitación
Thomas río un poco-Bueno por que saliste de ella?
-Bueno pues.. –no sabia que decir
-Lo siento, en serio no  lo volveré hacer- dijo suspirando
-Cuanto tiempo llevas sin salir fuera de la habitación?
-Salir? … ir a tomar el baño cuenta como salir?
Tras decir eso Thomas sonrió un poco
-No cuenta
-ohm entonces –se tomo por la barbilla-entonces nunca
Tom subió la ceja izquierda
-Nunca?
-Nunca –repitió
-Ya veo, y dime por que nunca as salido?
-Lo mismo me pregunto cada día pero no me dejan por que dicen que estoy loco pero no es así! –dijo mirando hacia la ventana
 
Thomas no dijo nada solo asintió pero sabia que si lo estaba le si no como es que se encontraba aquí pero era preferible callarse o el otro tendría tal vez un ataque.
El tiempo transcurría lentamente mientras el escuchaba cada cosa que salía del pelinegro escuchándolo atentamente. Anécdotas, juegos, historias inventadas es lo que le contaba; no sabia por que no se iba, tal vez por que en realidad no quería.
Miraba como articulaba las palabras y el movimiento de sus manos  al explicarle algo, sus movimientos corporales, el brillo de sus ojos y esa sonrisa contagiosa que hacían en el algo que toda vía no sabia que era.
 
-Por eso me dicen loco, por que siempre me cachan mientras hago o invento algo para des aburrirme pero es que yo no estoy loco –dijo asiendo un gesto con la boca lo cual a el causo gracia
 
Thomas se paro de la silla y Bill lo miro confundido
 
-Ya te vas? –dijo un poco triste
-No Bill es solo que me e cansado de estar sentado hay –señalo la siña haciendo un gesto gracioso
Bill rio y se paro de la cama quedando a unos metros del doctor.
-Que es eso?
-Eso?.. ah son mis figuras y piedras Lunares –dijo sin mirar
-Como..-no termino de decir su frase al recordar su pequeño juego de el espacio
-Puedo tocarlas? –dijo echándose a ella
-Claro, si quieres puedes llevarte unas cuantas
-Pero son tuyas
-Descuida que no son tan difíciles de conseguir, solo ir por unas a la Luna y listo
 
Thomas  las tomo pensando en que si estaba loco pero igual no seria malo seguir su juego o si?
Se paro del piso yendo hacia el –Yo quiero obtener mis propias piedras
Al instante Bill supo a lo que se refería y muestra de ello sus ojos echaron una chispa que hizo que Thomas sonriera.
 
-Muy bien Señor Thomas a la nave! –dijo fingiendo la voz
-Hey que de señor nada –rio- igual vamos a la nave señor Bill-dijo con la voz gruesa que tenía
 
Ambos acomodaron la cama de tal manera que quedara un poco inclinada hacia la pared, al lograrlo se pusieron entre la pared y la cama tratándose de acomodar en un lugar muy estrecho.
Bill hizo el sonido del cohete al arrancar la nave y Thomas le sonreía, aria esto por el por que en los segundos que pasaron hablando sintió que no Bill no merecía estar triste aun que estuviera loco él lo animaría.
El avión aterrizo en la luna.
 
-Houston hemos llegado! –dijo Bill
-Salgan de la nave y recolecten todas las piedras Lunares que  encuentren! –dijo Thomas
 
Ambos salieron  del cohete con pistolas en mano observando que todo estuviera  solo pero no era así, Thomas se adelanto al ver una piedra Lunar a 3 metros de la nave y fue por ella.
 
-Thomas Corre atrás hay alienígenas!
Sin ver el trenzado corrió hacia el cohete y Bill al verlo llegar le disparo a los alienígenas que se acercaban.
-Son miles! –dijo Thomas mirando como cientos de personas o mejor dicho “cosas” se acercaban a ellos
-Dispárales –ordeno el pelinegro a lo que el otro le hizo caso
 
Y así lo hizo, disparo a todo ser alienígena que veía hasta acabar con ellos.
 
Ambos cayeron sentados al piso cansados  respirando algo agitado pues era muy cansado correr por toda la habitación “matando alienígenas”.
Thomas poso su mirada sobre Bill el cual tenia los ojos cerrados y el sintiendo una gran curiosidad le dio un toquecito en el antebrazo a lo que el pelinegro abrió repentina mente los ojos observándolo inquiero antes de sonreírle.
 
-Matamos a todos los alienígenas-dijo vencedor
-A todos-afirmo
-Ahora podremos ir más allá de la Luna-dijo Bill en su susurro
Thomas al no entender se quedo callado y por inercia observo su ante brazo derecho mirando la hora
-es tan tarde ya –se levando de el piso y con una mano ayudo a Bill a levantarse –me tengo que ir a acabo de mi turno
El pelinegro  suspiro abatido sabiendo que su diversión se había terminado
-Hey no te pongas así que mañana vendré
-De verdad?
-Pues claro-sonrió un poco
 
Y diciendo eso salió de aquella habitación con una media sonrisa.

Ilusión - capitulo 3º

Publicado por KerthyLigth en 20:59 0 comentarios
Thomas se encontraba en la planta baja donde se encontraban las enfermeras y unos medicamentos buscando con quien ligar pero su sorpresa fue que no había ninguna joven enfermera, todas eran de 40 o mas así que  decidió ir a ver a los  pacientes que se encontraban hay pero al salir se encontró con Franklin y le dio una tabla con los números de pisos y pacientes que había.

-No hay tiempo de a ver todos los pacientes que hay aquí pero ya los iras conociendo cuando vallas a alguna habitación, el punto es que aquí –le dio la tabla- están los nombres de los pacientes  y las enfermedades que tienen.

A lo que Thomas asintió escuchando.

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Ya había pasado un mes y cada día Bill se sentía mas solo y aburrido; ya había intentado de todo y nada funcionaba para divertirse o para hablar con los doctores  y decirles que él no estaba loco pero de nada servía pues cuando les decía eso le daban calmantes u otras pastillas para no molestarles y sin mas que hacer prefirió seguir con lo de antes:  levantarse y mirar por la ventana a ver a quien o que veía  pero nunca pasaba algo que le interesaba, afuera de la ventana habían arboles unos secos y otros mas con flores y del otro lado se alcanzaba a ver la estancación del bus en la esquina que casi siempre estaba sola pues en esa zona no transcurría mucha gente y menos al ver que hay había un psiquiatra.



Hoy era un nuevo día y después de que Bill tuviera la ducha se sentó en la silla mirando a la ventana, no podría seguir así tenia que hacer algo pero no sabia que bufo oyendo el sonido de la puerta abrirse.



-Bill –dijo una voz femenina

Bill voltio y vio la cara de una señora madura de unos 38 años a lo mucho

-Dígame –le sonrió

-Tu medicamento

-Pero estoy bien no necesito eso

-Son órdenes del doctor querido, tómala

-Pero.. Podre salir?, aun que sea al patio?

-Sabes que no

Bill agacho la vista desanimado mientras la mujer se acercaba a él y le extendía la pastilla a la cual Bill accedió a tomar.

Ella era Flor una de las tantas enfermeras de aquel hospital y la única que lo trataba bien, por eso al final siempre le hacia caso. Siempre vestía de blanco y su piel era un tono moreno con cabello castaño obscuro y quebrado. Era la única que no pintaba sus uñas a diferencia des las demás enfermeras que si lo hacían, ella era muy buena con el, solo con el y Bill lo agradecía en silencio.

Flor  salió  con los platos de  comida ya vacíos  del cuarto  de Bill sin ver muy bien delante a ella por lo que cargaba y por causa de eso azoto la puerta sin fijarse si esta se serraba con seguro o no asiendo que no notara que el tenedor (o lo que hacían llamar tenedor ya que no tenia punta filosa ni nada que pueda usar un enfermo a su favor)se callera evitando así que la puerta se serrara como debía pero Bill si lo había notado.

Sonrió con una lucecita en los ojos acercándose a la puerta y agarrando el tenedor –si en verdad fuera un loco utilizaría esto para matar a las enfermeras y salir de aquí, pero no lo estoy- pensó.

Entre abrió la puerta con algo de miedo volteando a ambos lados del pasillo a ver si había alguien, al notar que estaba todo solo salió lentamente y puso el tenedor entra la puerta y la pared como estaba para que no se serrara ni para que lo descubrieran.

El pasillo era muy grande y blanco, caminaba lento observando los defectos de las paredes y se encontró con dos caminos distintos iba a cruzar a la derecha pero escucho una voz femenina proviniendo de esta así que fue a la izquierda siendo cuidadoso de no ser visto, cruzo otro pasillo y atrás de él había una puerta escuchando el sonido de esta abriéndose se alteró y mirando otra puerta entro cerrándola tras de él. Respiraba agitadamente era un alivio que no lo Allan visto y aun que tenia nervios sentía adrenalina y quería ver lo que había mas allá de esa habitación.

Al darse la vuelta encontró una cama como la de él, era como la misma habitación pero un dueño diferente el cual noto estaba dormido o eso le parecía. Se acercó sigiloso listo para jalar la sabana y ver quien  era, la jalo un poco viendo que  era un hombre grande como de unos 75 con un poco de barba blanca al igual que su cabello, la boca entre abierta como si quisiera decir algo, la misma pijama blanca que el y la misma comida en la mesa, no le quitaba la mirada de enzima parecía que aquel señor pedía ayuda con la mirada que tenia y  él no quiera negársela.

Miro de nuevo a la habitación y acerco una silla a la cama, se sentó quedando frente al hombre.



-Hola –sonrió

-….

-Como te llamas?

-… -El hombre miraba a la nada sin si quiera moverse

-Yo me llamo Bill, un gusto –le sonrió de nuevo

-Por que estas aquí?

-……..



Bill sabiendo que el no contestaría no dejo de preguntarle, contarle o simplemente hablarle lo que fuera ya que era la única persona que estaba hay y aun que no se comunicara así ya era algo con estar hay.



Habían pasado 40 minutos o eso calculaba el y creía que era mejor irse o lo castigarían. Cobijo bien al señor y salió sigilosamente cerrando la puerta lentamente. Se dirigió a su habitación recordando el camino –un loco no lo reconocería- pensó diciendo de nuevo que no estaba loco



Cerró la puerta y se posiciono frente de esta, ya había llegado a la habitación y tocándose la barbilla sonrió. Se agacho un poco con el tenedor en la mano y lo puso en la esquina de la puerta así cuando la quisieran serrar por fuera no se podría por que esa atascaría, solo pidió que nadie lo cachara o seria el fin.



Al termino del día sonreía mirando hacia la ventana, al fin había encontrado a alguien y decidido a que todos los días iría a verle para no sentirse solo se durmió sin borrar esa sonrisa tan suya.

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Thomas tenia días muy agitados, Franklin le ordenaba dar de comer a los pacientes, ir a vigilarlos, darles de comer etc. etc. -Eso no lo tenían que hacer las enfermeras y el solo aparecer cuando estos tienen ataque?- pensó pero viendo que no era así no hizo nada, este trabajo era muy importante para el o bueno.. Para su familia.

Él siempre quiso ser cirujano y esto no se acercaba a nada con lo que quería pero no había otra así era de mala la vida y nada ni nadie podría hacer lo contrario. Dio un sorbo de su café cargado y siguió caminando por el hospital viendo que todos estuvieran en sus habitaciones; se le hacia demasiado raro que no los dejaran ni salir al patio estos doctores querían matarlos aquí pero como siempre aun que se opusiera sabia que no ganaría nada mas que ser despedido.

Lego al 6º piso leyendo el letrero “Fobia Social” siempre que venia a este lugar era todo un lio, los pacientes se asustaban al verlo, se ponían nervioso  y les daban muchos ataques. Todo al mismo tiempo y ellos eran consientes de los que hacían.

Bajo de nuevo al segundo piso, eso de estar caminando por todo el lugar sin nada interesante le aburría, prefería tomar miles de tasa de café cargado a estar paseándose alrededor de enfermos.

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Al día siguiente Bill despertó y de solo acordarse de que podría salir a escondidas se le asomo una sonrisa ilusionada en la cara, quería ir de una vez pero tal vez seria  peligroso, sin hacer caso a esos pensamientos salió de la cama dando un salto yendo a la puerta, quito el tenedor y esta se abrió pero al instante la sonrisa se le fue al ver frente a el al Doctor.

Ilusión - capitulo 2º

Publicado por KerthyLigth en 17:10 0 comentarios
Subieron al 2º Piso

-En este piso están los pacientes de hipocondría y por su mayoria los afectados a esta enfermedad son las personas ya maduras o mayores a lo que es recomentable que los vicitemos dos doctores a cada uno ya que su ansiedad por ser vistos por un doctor aumenta y casi siempre quieren salir o que nosotros les demos otros medicamentos que ellos creen que les curara.

Thomas tomaba una nota mental mientras escuchaba cada palabra poveniente del doctor.

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3 Semanas más tarde.

Estaba acostado en la cama boca arriba con la almohada en su cara emitiendo un pequeño sonido de fastidio, estaba de mal humor y muy aburrido no sabia por que no podía salir por lo menos al patio pero si insistía a algún medico lo ignorarían como siempre así que decidido a usar su imaginación para des aburrirse un poco en aquel cuarto.

Se paro de la cama y con la mano en la barbilla entrecerrando los ojos se le ocurrió un juego, uno que jugaba de pequeño y una sonrisa apareció en su cara.

Voltio la cama haciendo que esta callera de costado entre el y la pared, entrecerró los ojos  y se recostó en el piso acercando su mano a la boca.

 

-Houston e llegado! –fingía una voz gruesa

-Muy bien sal de hay y recolecta todo lo que encuentres! –fingió otra voz mas  grave

 

Salto hacia afuera de la cama y mirando hacia todos lados observo un estante viejo y se dirigió hacia el rápidamente y lo abrazo como si alguien pretendiera quitárselo.

 

-Houston lo e encontrado! –dijo con la  voz gruesa

-Bien saca todo lo que encuentres y  entra de nuevo a la nave antes de que los alienígenas vengan por ti! –volvió a decir con voz mas grave

 

Abrió el pequeño estante donde sacaba lo que tenia hay y lo cargaba en sus manos y corría de nuevo hacia la cama

 

-E traído todo lo que e visto! –dijo tirando las cosas que había sacado del estante, eran las figuras de papel pero en su juego eran piedras lunares.

No, no estaba loco solo jugaba. Sabia que eran sus figuras de papel, sabia que hablaba entre el mismo con voces distintas, sabia todo eso pero no estaba loco solo jugaba. Quería divertirse como antes y al recordar que con sus amigos jugaban a que iban a la Luna a luchar con los alienígenas y llevarse consigo piedras Lunares él quiso volver a jugarlo aun que ya era algo mayor para eso pero es que le saca una linda sonrisa al no sentirse tan encerrado.

Estaba del otro lado de la cama sentado con las piedras Lunares viendo si servían o no pero escucho el sonido de la puerta siendo abierta y rápido se paro cayendo  así las “piedras” al suelo. Era un doctor o eso veía ya que no le conocía pero traía una bata blanca y en el bolsillo de esta una pluma.

El doctor al abrir la puerta miro un poco raro al que se encontraba hay  y a la cama, iba a hablar pero se escucho otra voz por el pasillo –esa no es, es la de en frente- a lo que el doctor cerro de nuevo la puerta dejando a Bill curioso.

Cerró la puerta aturdido por el grito y fue a la de enfrente  mirando el juego de llaves revisando cual abría aquella habitación.

Se abrió y se adentro en aquel cuarto blanco igual que los otros. Miro una pequeña masa acostada en el piso y acercándose lentamente vio que estaba con una manta blanca, descubrió el cuerpo haciendo notar que era una muchacha  como de 25 años le quiso tomar del brazo pero ella empezó a temblar y no dejaba de mordisquear uno de sus castaños mechones de cabello. La observaba mientras entro el doctor Franklin.

 

-Muy Thomas, en estos casos que aras? –dijo estando a una distancia de un metro de el

-Bien, yo.. preparare la jeringa y la inyectare en su brazo derecho

-Mal Thomas –dijo serio- si tu preparas aquí la jeringa ella te vera y se asustara pensando en que le aras algo o el simple echo de acercarte ella cree corre peligro, las jeringas y medicinas se preparan a fuera por lo general en el salón donde están las medicinas, vas a la habitación del paciente y sin decir nada ni sorprenderla tienes que tomarla sin causarle nerviosismo y la inyectas-dijo al momento que iba hacia el y le quitaba los sueros, antibióticos y calmantes.

 

Ambos salieron al pasillo y el doctor Franklin preparo la jeringa y Thomas sin dejar de mirarle como lo hacia.

Entraron de nuevo y el mayor tomo el brazo de la chica siendo sutil y cuidadoso, ella solo lo miraba hasta que sintió la inyección y apretó los ojos queriendo zafarse pero él no se lo permitiría, saco rápido la jeringa y salió hacia donde estaba el trenzado.

 

-Los siento señor, usted sabe que este es mi primer empleo fuera de mis practicas.

-Lo se lo se pero mas vale que aprendas poco y que no ganen los nervios- dijo yéndose

-Doctor espere-dijo gritando un poco pues algunos al escuchar gritos se asustaban y gritaban también.

 

El nombrado giro y se detuvo

 

-Dime

-Recuerda la habitación a la que entre?

-La equivocada?

-Exacto esa!

-Si lo recuerdo Thomas, Cuál  es la duda?

-La persona que habitaba hay quien es?

-Es el paciente del que te hablaba

-El por el cual ya no sacan a los demás al salón?

-Si, los demás pueden salir un rato al patio pero el.. El no

-Porqué? –pregunto curioso

-Por lo mismo de su enfermedad Thomas, aparte el es muy engañoso, dice no estar enfermo pero si que lo esta

-Como esta eso?

-Tras los 3 años que lleva aquí cada que lo visita alguna enfermera o yo mismo nos ruega por salir, nos dice que no esta enfermo, que puede hacer cosas matemáticas sin fallar, que razona muy bien las cosas etc.

-Y usted que dice a esto?

-Que este loco- dijo finalizando la platica yéndose dejando a Thomas con muchas dudas.

 

Se rasco la barbilla y sin insistir en saber mas fue hacia las enfermeras, necesitaba conocer el lugar.

 


Bill reía con las piedras Lunares en sus manos.

-Por fin tengo las preciosas piedras Lunares que tanto quería! –dijo risueño

-Muy bien es hora que regreses a casa- fingió de nuevo la voz gruesa

-A casa..-dijo un poco triste
 

Se acomodó en “el cohete” listo para despegar hasta que un gran sonido le hizo salir de esta viendo frente a si un alienígena. Lo habían visto.

Entre cerro sus ojos viendo lo que posaba frente a él, el alienígena lo miro de igual forma teniendo una especie de pistola en sus manos, Bill agarro su pistola y la dirigió al alienígena

 

-Muere-dijo

Con su mano derecha sostenía la izquierda y esta simulaba ser su pistola haciendo sonidos de balas cayendo hacia la almohada tirada.

 
-Lo he vencido! –Dijo feliz – ahora a casa!

 

Subiendo de nuevo al cohete haciendo el ruido de despegue fue como salió de la Luna hacia la Tierra.



En la pequeña ventana de la puerta unos ojos lo miraban

-Está loco –dijo aquella persona que miraba

lunes, 29 de julio de 2013

El internado

Publicado por KerthyLigth en 13:28 0 comentarios


Resumen:
 Carolina, vive en un internado mixto junto con su mejor amiga Vania.
Todos la molestan por su estilo 'singular' y día a día enfrenta los insultos de Tom Kaulitz, un interno más.
Pero, ¿habrá algo más que 'odio' entre ellos? 


Categoría: Hetero
Genero: Drama, romance, 
Clasificación: No menores de 16 años
Advertencias: Contenido explicito

Nota:

Este fic no me pertenece, yo solo reescribí las fallas ortográficas y narre las escenas,♥
Si deseas ver la historia original, aquí esta el link: 
http://mx.fotolog.com/tom____kaulitz/41465193/


El internado - capitulo 1º


Otro año aburrido.  Carolina era una chica bastante extraña, sus padres habían muerto cuando era pequeña y sus abuelos la cuidaron hasta que comenzó a crecer y no la pudieron controlar, la enviaron a un internado mixto porque eran tantas las cosas malas que hacía que nadie podía con ella.
En el internado conoció a Vania, una buena chica que siempre estuvo con ella a pesar de cómo la trataban las demás internas, mantenía una cabellera media castaña, ojos cafés claros y tez blanca. Era delgada y vestía como solían llamar “normal”.  Caro era de un ‘estilo’ bastante extraño, cabello largo y negro, ojos café obscuro y tez clara, igualmente delgada.  La gente la miraba como bicho raro y para defenderse de esa gente ella se volvía agresiva y antipática.

Le gustaba la ropa ancha, las gorras, el hip-hop y jamás la verías con algo rosa o celeste, era lo más anti-muñequita plástica hueca sin cerebro, las odiaba, las aborrecía, si fuera por ella todas se podrían morir.

Tal vez por eso las plásticas siempre la trataban como si fuera un estropajo;  sobrenombres como marimacho, lesbiana, lela, y mil cosas más que tenia que soportar todos los días, la hacían odiar aun más a ‘esas’ tipas.

- Estoy aburrida, ¿escapémonos de clases? –Sugirió Carolina mientras veía una nube acostada en el pasto-
- No, no es muy buena idea Caro, nos pueden descubrir y después nos van a retar, no quiero –Dijo nerviosamente, Vania
- Que aburrida eres, pensé que serias más… arriesgada, además ¿qué te pueden hacer por escaparte de una clase?, no creo que nos asesinen
- Pero, es que me da miedo el prefecto-contestó con temor mirando a su amiga de reojo
- No pasa nada Vania, todo estará bien, confía en mí –aseguro riendo extrañamente
- Bueno, te seguiré pero por última vez, no quiero tener más problemas por tus caprichos, además  ¿quieres que Tom te siga molestando? –Pregunto volteando a verla del todo
- No me nombres a ese bueno para nada, te juro que de escuchar su nombre se me revuelven las entrañas del asco-habló con odio mirando también a su amiga
- Está bien-contestó sin tomarle mucha atención a lo dicho
- ¿A dónde quieres ir? –Pregunto nuevamente, cambiando rápidamente de tema
-A donde sea, la verdad ahora me dio ganas de no estar en clases-sonrío de lado con un leve suspiro de desgane
- Vamos entonces, a donde sea-río levemente.
Ambas se  estaban levantando del pasto de donde estaban recostadas pero un grupo de chicas plásticas las rodearon y comenzaron a molestar la  como era la costumbre.

- ¿A dónde van las lesbianas? –Pregunto una de las chicas, era rubia y con ropa voluminosa,
- ¿Qué te importa, perra con sarna?-contestó con coraje mirándola fijamente
- ¿Perra?-preguntaron las amigas de la rubia que eran del mismo prototipo que la anterior
- Por favor, dejen de molestar –pidió nerviosamente mirando a todas frente a ella y Carolina
-¡Habló la mujer de la pareja, que conmovedor! –dijo la primer rubia que curiosamente era novia de Tom
- ¡Malditas!, si quieren guerra, la tendrán, pero mejor no sigan con esto, les juro que no les conviene-me estas amenazando, poser? –río ante lo oído acercándose un poco más
- ahora habló el macho de la pareja, me gusta, vamos progresando en la relación-hablo una pelirroja con risos, tanto  la forma como el color de su cabello eran falsos. Dicho eso Carolina golpeó a la plástica tan fuertemente que cayó al suelo sangrando de las narices.

- maldita estúpida, maldita, me lo vas a pagar, maldita-maldijo la rubia en el suelo con sus manos sobre su nariz
- Te gusta molestar, ahora te aguantas –contestó enojada mirándola con rabia
- te acusaremos al prefecto para que te castigue-hablaron al unísono ayudando a su amiga a levantarse  del suelo
- ¡te acusaremos al prefecto para que te castigue! –imitando burlescamente su tono de voz, hueco y desagradable- Hagan lo que quieran, solo les diré que si siguen molestándome a mi o a mi amiga les juro que les irá peor que a su amiguita-a esta ultima la fulmino con la mirada, ambas se fueron dejando boquiabierta a las plásticas. No se dijeron palabra alguna  en el camino pero cuando llegaron a su cuarto se pusieron a hablar de lo que había pasado hace minutos.

- ¿crees que te acusen?-preguntó con algo de temor puesto a que siempre hacían lo mismo
- La verdad no sé, pero si lo hacen me da lo mismo-contestó sin interés sentándose en su cama
-Pero…
- ¿Sabes?, la única razón que estoy aquí es por ti, porque eres una buena amiga y me he encariñado bastante contigo, pero si fuera por mi me iría ya mismo, total vivir en la calle no creo que sea tan malo, además aquí nadie me soporta y yo no soporto a nadie… Así que, no se… a veces quisiera morir y que todo esto pasara-interrumpió a Vania mirándola extrañamente. Su charla fue interrumpida por el sonido de la puerta  de la habitación y la castaña  fue a abrir…

-¿Qué haces aquí?, no quiero que la sigan molestando-articulo mirando de quien se trataba
- Déjame pasar-contestó sin tomar en cuenta lo anterior, ladeándolo la cabeza para mirar dentro de la habitación
- Pero… Córtala, ¿no vez que esto le hace daño?, recién me estaba hablando de la muerte, tengo miedo-se quejó tratando de llamar su atención y que le hiciera caso

Tom no tomo en cuenta las palabras que la chica le decía, solo entró y comenzó a burlarse de Carolina, como era su costumbre cada vez que la veía.

- Veo que la pequeña imitación mía está triste-emitió burlescamente frente a ella
- Jodete quieres, no quiero pelear con nadie más-contestó sin mirarlo, aún sentada en la cama
- ¿Ya te agarraste con alguien?-Preguntó riendo. Le gustaba hacerla menos
- Si, con una plástica, creo que era tu novia-mencionó sin importancia pero con un toque de ego en sus palabras
- ¿Mi novia? –habló esta vez furioso, la tomo por lo hombros y la comenzó a zamarrear como si fuera de juguete. El de rastas no la soltaba y Carolina se comenzaba a sentir mal por como la estaba tratando, no sabía qué hacer y vio una baqueta al lado de su cama, la tomo con fuerza y se la enterró en la espalda al chico haciendo que este  gritara de dolor.

- ¿Tú estás loca, cierto? –comentó separándose de ella por completo, emitiendo una mueca de dolor
- La única loca aquí es tu estúpida novia hueca sin cerebro, yo no soy hombre, me estabas matando, ¿Qué mierda te pasa?-grito defendiéndose, levantándose del colchón
- Si le haces daño a mi novia, te juro que me las pagaras-amenazó señalándola con su dedo índice
- Si, si como digas. ¿Verdad que ahora eres un golpeador de mujeres? –dijo con saña
- ¿Mujeres?, yo no veo a ninguna mujer por acá-se burlo mirándola, aún en la misma posición
-Imbécil –contestó golpeándolo nuevamente. Tom se propaso con ella  y la golpeo fuertemente haciendo que cayera de la cama y se golpeara en un ojo, el chico se asusto pero no hizo nada, solo la dejo tirada en su cama con la cara golpeada…

Carolina fue llamada por el director del internado por la agresión que le había hecho a Rosally, la novia de Tom.  Fue tambaleando hasta la oficina por el golpe que había recibido pero no le importo eso no le importo.

- Señorita  Carolina, nuevamente aquí-saludo mirándolo con un poco de enojo, sentado tras e escritorio. El director era un hombre levemente calvo, maduro y tez media
- ¿Qué acaso no me ve?-respondió con rebeldía sentándose en la silla que estaba frente al escritorio
- Pero Dios mío, ¿qué le paso en el ojo?-preguntó sin tomar mucho lo atención, de igual forma le llamaría la atención
-Lo que pasa es que… Nada. Me golpeé con el borde de la puerta hace un rato-miro al suelo suplicando mentalmente porque este le creyera
- Hasta torpe salió, la verdad no sabemos qué hacer con usted-inquirió dándole a entender a la interna que podría ya no haber lugar aquí para ella
- Haga lo que quiera, solo déjeme salir de aquí –rogó con un susurro, en el fondo, todo lo que pasaba aquí estaba dañándola pero impedía que la gente de su alrededor no se diera cuenta sacando así esa coraza de niña ruda que mantenía
- Irá a la sala de Formación del internado, estará allá por una semana, sin amigos, sin televisión, sin salir al patio. Estará prácticamente encarcelada, a ver si así se le pasan las malas costumbres. –demando mirándola fijamente
- haga lo que quiera. Me da lo mismo-volvió a decir sin ánimos, ella solo quería salir de ahí pero para el director, era otra rebeldía mas

Carolina fue a buscar sus cosas para irse a la tan famosa sala de Formación,  este era un recinto de “castigo” en el cual no tenias contacto alguno con nadie o nada, a menos que otro interno estuviera ahí por las mismas razones del comportamiento que la morena.
En su camino encontró a Vania, su amiga, que venía junto con Bill Kaulitz, el gemelo de la persona que más odiaba en la vida.
- Pero Caro, ¿qué te pasó en el ojo?-pregunto el pelinegro al llegar por completo a la par de la joven
- nada Bill –negó alejándolo un poco- después te contaré, no quiero que tengas problemas por mi culpa
-¿Fue Tom, cierto?-pregunto seguro de que era él
- Si, fue él –dijo sin más, asintiendo con la cabeza
-¡Ese maldito!, ¿qué le pasa? –preguntó desconcertado y muy enojado por haberla maltratado así
- Bill, no te preocupes, no quiero que pelees con él por mi culpa. –pidió mirándolo fijo, no quería aun más problemas- Más me odiará si sabe que me llevo bien contigo-esta vez, sonrió
- pero, lo denunciaste con el director o algo, ¿no?-preguntó Vania uniéndose a la conversación
- No, me pregunto que qué  me había pasado pero la verdad estoy tan cansada de todo que no le dije que había sido él –inclino los hombros sin ganas
- Pero Carolina, te pudo haber hecho algo más grave, tienes un derrame en un ojo,  tienes que ir al hospital. –Habló con preocupación tratando de hacer entender a su amiga- Vamos, nosotros te acompañaremos. –ordeno llevando a su amiga a la enfermería con ayuda de Bill

Carolina Y Bill se llevaban bastante bien, él era todo lo contrario al maldito de su hermano, era amable, generoso, atento, simpático, caballero, tierno y romántico.  Estaba pidiéndoles ayuda a Vania y Caro por que le gustaba una chica que a veces se juntaban con ellas y él la quería invitar a salir pero le daba vergüenza pedírselo.

Llegaron al hospital del internado y allí estaba la plástica con el gemelo mayor.

- Vaya, vaya  veo que la plagiadita de estilos ha llegado-emitió al ver entrar a Carolina por la puerta de la enfermería
- Tom, córtala quieres-pidió sin ganas mirando con desgane a la novia de su hermano
-¿Y Tú?, ¿desde cuándo defiendes a estas… Cosas?-preguntó mirando completamente a su hermano
- Desde que me di cuenta que eres un idiota. ¿Cómo se te ocurre haber golpeado a una mujer así?,  ¿Acaso estás enfermo? –Preguntó comenzando una discusión
- Bill, te dije que no le digieras y menos delante de todos –le susurro al oído con un poco de vergüenza
- Te lo merecías, por ser tan tonta con mi novio –Riendo burlescamente la rubia

Carolina los ignoró por completo mientras avanzaba con paso lento junto a su amiga para que le examinaran el ojo afectado.

- Te aseguro que esto no se quedará así. ¿Sabías que ella no quiso acusarte en la dirección por lo que habías hecho?-habló haciendo que su hermano sintiera un poco de angustia, lo sentía
- No te creo, ella me odia –balbuceo negando continuamente
- Puede ser que te odie, pero está tan aburrida de todo que no lo hizo para no hacer más problemas
- Es una tonta-dijo serio. Bill río ante lo inmaduro que era su hermano
- Tom, te lo pido muy enserio,  deja de molestarla
- Pero si yo no le hago nada, ella solo… No sé-balbuceo sin saber cómo defenderse ante la penetrante mirada de su hermano
- Por favor –pidió nuevamente
- Está bien, lo intentaré, Igual se me paso un poco la mano con el golpe-habló aceptando su error
- Tiene un derrame en el ojo, ojala que no afecte su visión-comentó
- Ojala que no –habló poniéndose algo nervioso mordiendo su labio inferior

Volverte a ver - capitulo 5º

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–Termine a Bill– habló con un tono extraño que su amigo no pudo identificar a la perfección. Georg que estaba hincado bajo su cama buscando los últimos juegos del x-box que jugaría con su amigo quien estaba sentado en la cama subió la cabeza al oírlo, no le creía.
– ¿Qué dices? – preguntó viéndolo de frente ya sin tomarle atención a los juegos que aún no encontraba
–Eso, él y yo terminamos esta mañana en el colegio –respondió. El pelilargo no entendía la tranquilidad de Tom
– ¿Y eso? Digo, se “amaban”– enfatizo al decir lo último, se levando y sentó alado del de rastas– ¿Cómo paso, que te veo normal?
–Sí, lo amo pero a veces no sé cómo es que lo soporto tanto –suspiro cansado– antes de terminar discutimos nuevamente, ya sabes cómo son sus celos, trate de arreglarlo pero ni aun así, y me termino– conto sin grandes rasgos. Georg río un poco, imaginándose dicha escena.
–Eso es absurdo, digo si yo anduviera contigo –miro rápidamente a Tom– bueno, no es que me gustes pero viéndolo de ejemplo si es que me gustaras –movió las manos con rapidez al  hablar, porque estaba un tanto nervioso– pero como no es verdad, pues no me gustas pero…
–Georg, ¿podrías tan solo callarte y decirme lo que me ibas a decir?, ya sé que no te gusto, ya sé que eres hetero, tan solo dímelo ya –ordeno con poca paciencia, Georg a su respuesta lo fulmino con la mirada
-Bien, decía que si yo fuera tu novio no haría eso si te amo, digo, ¿por qué hacer tanto escándalo si se que eres mi novio y estás conmigo? –río un poco, en el fondo le agradaba que su amigo estuviera soltero nuevamente
–Eso mismo pienso pero ya sabes cómo es él –inclino sus hombros– sus celos no nos dejan estar bien
–Ni modo amigo, el o la que sigue –palmeo su espalda dándole ánimos aunque no se notaba que los necesitara, no como Bill. – Mientras otra partida con el x-box

(……)

–Bill yacía recostado en su sofá mirando a cada rato su móvil y de vez en cuando echándole un vistazo a su teléfono local.
Ya habían pasado más de 4 horas de la salida del instituto y ni un rastro de Tom, el pelinegro se estresaba, ya era hora de que recibiera una llamada de su ahora ex para pedirle disculpas, porque él, él no lo iba a hacer.

(*****)

~Llamada telefónica~

–Pero Gustav, ¿por qué no me entiendes? Debió haberme llamado hace mas de miles de horas –se quejo con su amigo– oye… ¿Y si ha intentado comunicarse conmigo pero está ocupado porque hablo contigo? –pregunto en la bocina
–Bill, él te ha pedido disculpas miles de veces aún no teniendo la culpa –respondía haciéndole entender a su amigo que su actitud no era la indicada
– ¿Acaso no entiendes, Gustav? Es él quien se deja coquetear con cuanta chica se le acerque –gruño de tan solo pensar a su ex junto a  una chica
–Oye chico –dijo el rubio desde su móvil sentado en el jardín con su perro alado
–No me ayudas en nada –gruño– tal vez es mejor que te cuelgue, no debes intervenir con sus disculpas llamándome
–Tú me llamaste –respondió con un poco de burla– pero como quieras, yo ya te he dicho que tal vez y esta vez no vendrá a tus pies, no como lo ha hecho ya veces atrás –sentenció–  nos vemos mañana, amigo
–Adiós…– colgó sintiéndose ofendido ante lo dicho por el rubio, se suponía que era su amigo, ¿por qué tratarlo como si tuviera la culpa?
Resignado prendió la TV para ver lo que fuera.

(*****)

–Se le habrá olvidado –dijo negando, depositando el móvil en su bolsillo.
Sin más,  más siguió cenando en el comedor con sus padres junto a él, cada quien con sus problemas. No le habían reñido por estar con su teléfono en la cocina, solo que lo consentían mucho debido a que ambos padres pasaban la mayor parte del tiempo en su oficina trabajando en una empresa familiar y al llegar regresaban con obsequios para su primogénito, era un “lo siento” por no estar ahí porque sabían que al moreno no le gustaba esta idea de estar solo y por ende no encontraban otra forma más que consentirlo y sonreír porque sabían que con Tom a su lado, su hijo  no estaría “tan” solo.
– ¡Qué asco! –susurro Bill moviendo la cuchara sopera en el pato haciendo que el caldo se revolviera continuamente.
Sus padres solo se miraron cómplices por un momento, antes de seguir comiendo.

–Te traje un bocadillo, cielo –dijo de repente la madre, Simone levantándose de su asiento para ir a la sala donde estaba su bolsa, saco de ella una cajita la cual Bill al verla sintió una grata alegría: panquesitos de nuez, sus favoritos
– ¡Gracias mamá! –Contesto tomando la cajita yéndose a su habitación– hasta mañana –grito  corriendo escaleras arriba

(*****)

Despertó  lentamente, miro el reloj y nuevamente iba retrasado.
Sin clama alguna fue a la ducha, con un baño rápido bastaba, al término de este eligió su ropa, hoy iba casualmente todo de negro. Bajo a la cocina oyendo a sus padres levantarse, con un grito de despido tomo un poco de dinero de la mesa y salió en busca del bus.


El de rastas con cautela toco la puerta del salón, mordió su labio inferior al sentir la mirada de su profesor de filosofía.
–¿Puedo pasar, profesor? –pregunto con voz baja debido a que él era uno de los más estrictos con la puntualidad.
El profesor busco entre sus listas al muchacho, asintió mirando sus hojas y alzo la vista de nuevo.
Para los alumnos daba miedo, hoy vestía con un traje grisáceo y una corbata negra y aún no se teñía el cabello puesto que este se veía con una que otra cana. Cabello negro y un poco largo y esa tez blanca que mantenía.

–Trumper –negó al verlo– ¿Por qué llegó tarde? –preguntó con su mirada amenazadora
-Yo… Pues tuve un percance y debido a eso me retrase solo un poco –hablo o eso trato
-Yo vivo a una hora y media de aquí y nunca he llegado tarde, así que para la otra me da una excusa más creíble– silenció dejándolo pasar

El rastudo dio un vistazo rápido a sus compañeros y sonrió al ver un lugar vacio junto a Georg y no dudo en sentarse ahí, la reacción de sus compañeros fue titubear  comentarios al verlo, algo así como -«Ya viste, Tom el novio de Bill hoy no se sentó con él»  -«Es cierto, ¡la que le espera conociendo a Bill!».

El pelinegro a su vez que había llegado minutos antes que el profesor, vio todo con indignación, ¿Qué se creía Tom para ignorarlo así?

-Bien chicos, continuamos con  el periodo metafísico en la filosofía –dijo continuando antes de que el de rastas rubias lo hubiera interrumpido– Este período abarca  el último tercio del S. VII a.d.C. hasta el S. XVII de nuestra era, esto quiere decir que los griegos fueron los que iniciaron  esto puesto a que se encontraban insatisfechos con las explicaciones míticas, ellos solo querían saber  más y  emprenden su investigación acerca de la naturaleza –narró con su libro sobre sus manos, paseándose en el salón

(*****)

–Hey campeón, si que se te hizo tarde –río el chico de ojos verdes codeando a su amigo
–Calla Georg que a ti no te riño el prof.  Beckham, casi me mutila aquí mismo –dramatizo mirando a su amigo sin que el profesor los viera
–Bueno y ¿Por qué se te hizo tan tarde? –le guiño el ojo, eso siempre lo hacía para molestar a su amigo, Tom no era el tipo de chico que coqueteaba si no eran las chicas o chicos quienes lo buscaban
–No es lo que te imaginas –negó muchas veces– solo creo que estaba cansado –inclino los hombros sin prestarle atención
– ¿Llamaste a Bill? –automáticamente ambos jóvenes buscaron con la mirada al nombrado hasta encontrarlo sentado detrás de Gustav, también susurrando sin importarles la clase

(****)

–No me llamo, no se sentó a mi lado, no me a dirigió ni una mirada, ¿Qué le pasa? –pregunto mirando de reojo a Gustav para que le contestara, él solo bufo
–No sé por qué no te llamo, es obvio que no se sentara contigo después de lo que le hiciste porque tú fuiste quien lo termino sin alguna razón coherente, no te ha visto porque nos toca Beck así que hagamos lo mismo nosotros y pon atención y deja que yo me concentre–  terminó serio.
 Bill lo miro con un leve puchero de desaprobación, ¿acaso hoy todo le iba a salir mal a él? Sin más se enderezo para tomar atención a la clase.
–Decían también que la investigación debía ir más allá y más al fondo de las apariencias. Se trataba de conocer la esencia de las cosas, la estructura íntima que hacía que las cosas fuesen tal como eran. Además querían conocer las causas últimas que lo producían todo. A este período corresponden filósofos como los presocráticos, Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino... Eran muy optimistas y pensaban que podían llegar a conocer la realidad en toda su profundidad –prosiguió el profesor - ¿Alguien recuerda  a Tomás de Aquino? –preguntó mirando a sus estudiantes, solo el rubio amigo de Bill levanto la mano, resignado le dio la palabra- quieres decirnos, Schafer
-Sí, profesor. Tomás de Aquino, si no mal recuerdo –ojeó sus hojas del cuadernillo-  él era escolástico, filósofo cristiano, uno de los más importantes, una de las cosas más importantes de las cuela habló eran sobre las 5 vías: movimiento de actuación móvil, el orden de las causas, limitación del existir, la perfección en las cosas y el gobierno de las mismas –contestó mirando la sonrisa del profesor
-Bien hecho –felicito el profesor un momento antes de que la clase concluyera.

(……)

–No me importa si me dices paranoico pero enserio, no lo entiendo –hablo Bill mientras comía sentado frente a su amigo.
Ambos se encontraban en la cafetería almorzando, chicos y chicas pasaban por su alrededor y todos con la misma duda: ¿Por qué Bill y Tom no estaban juntos? Era una de las parejas gay más populares, por lo larga que había sido la relación y lo atractivos que eran
–Bill –suspiro– amigo, te dije que quien lo termino fuiste tú, si quieres volver con él solamente díselo y listo, no te desesperes sabiendo la respuesta
– ¿Es que no me conoces? –río un poco– sabes cómo soy –inflo sus mejillas– se que no es tan correcto lo que hago pero se nota que no le importo, míralo con sus amigos y yo sin existir
–Creo que tendré que ayudarte –hablo con pesadez y después río ante la sonrisa brillante del pelinegro– ¡si no estuviera yo quien sabe como estarías!

–Sería un vago, ni más ni menos –ambos rieron


domingo, 28 de julio de 2013

Volverte a ver (adelanto)

Publicado por KerthyLigth en 13:31 0 comentarios
-Bill yacía recostado en su sofá mirando a cada rato su móvil y de vez en cuando echándole un vistazo a su teléfono local.
Ya habían pasado más de 4 horas de la salida del instituto y ni un rastro de Tom, el pelinegro se estresaba, ya era hora que recibiera una llamada de su ahora ex para pedirle disculpas, porque él, él no lo iba a hacer.
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~Llamada telefónica~
-Pero Gustav, ¿por qué no me entiendes? Debió haberme llamado hace mas de miles de horas –se quejo con su amigo- oye… ¿Y si ha intentado comunicarse conmigo pero está ocupado porque hablo contigo? –pregunto en la bocina
-Bill, él te ha pedido disculpas miles de veces aún no teniendo la culpa –respondía haciéndole entender a su amigo que su actitud no era la indicada


-¿Acaso no entiendes, Gustav? Es él quien se deja coquetear con cuanta chica se le acerque –gruño de tan solo pensarlo con una chica
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El rastudo dio un vistazo rápido a sus compañeros y sonrió al ver un lugar vacio junto a Georg y no dudo en sentarse ahí, la reacción de sus compañeros fue titubear  comentarios al verlo, algo así como -«Ya viste, Tom el novio de Bill hoy no se sentó con él»  -«Es cierto, ¡la que le espera conociendo a Bill!»
Bill a su vez que había llegado minutos antes que el profesor, vio todo con indignación, ¿Qué se creía Tom para ignorarlo así?

Ilusión

Publicado por KerthyLigth en 10:21 0 comentarios

Resumen:
Bill es un chico inocente  de 18 años que esta prácticamente encerrado en un hospital psiquiátrico pero él esta consiente de que no esta loco, o eso cree  y hará todo por hacer que los médicos se den cuenta que están equivocados y así hace un plan.
 Lo único que no planeo fue enamorarse.


La mente no sabe diferenciar entre lo real e irreal, así que ¿Estoy imaginando o de verdad esta pasando?_Ilusión By: Karth Sunligth



Categoría: Twincest
Genero: Romántico
Clasificación: No menores de 18 años
Advertencias: Lemon, contenido explicito


Capítulo 1º

Observaba sobre la ventana pegando su frente al vidrio de esta para observar mas allá de lo que sus ojos veían  contando las pequeñas gotas que chocaban contra el vidrio y mirando las nubes de  un tono azul obscuro, suspiro recordando como cada día hacia lo mismo: sentarse toda la mañana a mirar por aquella ventana esperando que alguien lo sacara de hay pero nunca entraba nadie por la puerta para sacarlo de ese lugar excepto algún doctor o enfermera trayéndole comida ignorándolo completamente. Llevaba ya tres años haciendo lo mismo, despertar y mirar hacia la ventana hasta que algún medico lo alejara de esta.  Ya ni siquiera recordaba como había llegado hay o será que en verdad estaba enfermo y por eso se le había olvidado o le habían borrado la mente para que no lo recordara? Tras pensar esto último una risita se escapo de su boca al ver que aun que estará atrapado aquí no seguía perdiendo esa chispa en su interior. Suspiro hacia la ventana haciendo que se tiñera el vidrio e hiciera dibujitos en el, una jirafa, un árbol y una carita feliz fueron lo que dibujo sobre el cristal. Se recostó en el asiento y comenzó a contar los ladrillos blancos de la habitación.

-1,506 –se escucho decirle  tras recordar que cuando se aburría los contaba

Pero a los pocos segundos se sentó en la cama, no podía estar en un mismo sitio en la misma posición durante tanto tiempo, sentía que tenia que hacer algo así que miro alrededor de la habitación entre cerrando los ojos no era ni grande ni pequeña, era totalmente de ladrillo blanco, en una esquina un lavabo para tomar agua y de la otra esquina había otro pequeño cuartito con un escusado del mismo color, no tenia focos pues lo blanco de esta hacia que nunca se obscureciera hay dentro. Fue hacia el escusado y lo primero que vio fue papel higiénico, sin importar que estuviera sucio o limpio lo agarro todo y lo llevo hacia la cama y lo corto en pequeños pedazos arrugando la nariz, este papel era mas duro que cualquier  otra cosa aquí pero sin mas lo corto en pequeños cuadros casi a la misma medida y con ayuda de sus manos hacia figuritas de papel como las que le enseñaban en su antigua escuela. Reía al ver que las figuras quedaban deformes pero no le importaba él era feliz así con sus pequeños y únicos amigos ya que a esas figuritas les tomo mucho cariño. Bill era muy tierno y sensible en varios aspectos, era muy sociable pero aquí creía que en verdad se volvería loco, no había con quien interactuar estaba completamente solo pero al dibujar en el vidrio o al crear sus figuras de papel se sentía menos solo jugando o hasta hablando con lo que creaba como si estos fueran a contestarles, como si fueran sus mejores amigos y es que lo eran o por lo menos eso decía el por que así se sentía menos solo. Habían pasado unas pocas horas y el papel ya no era eso ahora eran pequeñas figuritas las cuales Bill tomaba y  jugaba con ellas por toda la habitación riendo pero fue interrumpido por una enfermera quien abrió la puerta mirando como Bill hablaba con el papel

-Y dices no estar loco-dijo la enfermera dejando el plato de fierro con comida y un vaso de papel con agua -No estoy loco –recrimino Bill escondiendo el papel- son mis amigos-susurro -Hablarle al papel es de locos, tu estas loco- y sin decir mas se fue cerrando la puerta

Eso hacia que él se sintiera mal, por mas que le llamaran loco el sabia que no lo era, podía sumar, restar, contar chistes, resolver problemas, leer  e infinidad de cosas pero simplemente le decían lo mismo-suspiro-  y volvió a sacar el papel  en forma de figuras.

Se posiciono en la ventana poniendo las figuras de papel hay haciendo como si estas caminaran y finjiendo voces, era una imagen muy tierna de Bill y pues como no, apenas tenia 18 años y aun que tuviera esa edad no podía salir de aquel psiquiátrico por que los doctores le inventaban cada cosa, que sus padres no querían, que no estaba en condiciones de salir y un mil mas pero el sabia que algún día el saldría y todos sabrían que el no esta loco. Al ver que las estrellas comenzaban a salir decidió acostarse, no es que tuviera sueño solo que no tardaría en llegar alguna enfermera y si lo veía despierto le iría mal, las enfermeras eran muy malas con los pacientes o por lo menos con él lo eran; si el no obedecía o no se encontraba como ellas pedían él era “castigado” lo tiraban al suelo, le acusaban de algo falso o le quitaban el agua y la comida por eso era mejor obedecerlas. Se metió a la cama con todo y las figura de papel y desde hay podía ver las estrellas y así fue como se perdió en sus sueños.   Le quitaron la sabana blanca cayendo así las figuras de papel

-Levántate que te tienes que duchar-

Apenas abría los ojos cuando sintió como se iban, bostezo y tallo los ojos. Miro por la ventana, aun estaba la Luna era muy temprano pero era mejor despertarse o le iría mal. Se posiciono en la puerta de la habitación, una enfermera lo esperaba hay

-Sígueme –dijo en tono serio a lo que Bill le hizo caso

Caminaba por aquel pasillo mirando alrededor todo era de ladrillos blancos, pronto llegaron a otro cuarto del mismo color

-entra, tienes 7 minutos-dijo seca

Bill entro escuchando el cerrar de la puerta, rápidamente se quito su playera y pantalón blanco junto con los bóxer metiéndose rápidamente a las duchas pues el tiempo corría. Estaba terminando de enjabonar su cara pero el gua se corto y el abrió los ojos dando un grito pues el jabón había caído en sus ojos, trato de sacarlo pero tenia jabón por todos lados así que corrió a donde estaban sus ropas y se limpio con ellas. Al estar sin jabón se puso de nuevo las mismas ropas pues no tenía otras. Toco la puerta por dentro y de afuera alguien la abrió, era otra enfermera y sin decir nada avanzo con Bill siguiéndole hasta llegar a su habitación y ser encerrado de nuevo.

Sentándose en la silla de la ventana bufo ya que no le gustaban las duchas; el agua era fría, no tenia un buen champú pues ni si quera parecía uno y el tiempo de la ducha la odiaba mas, en 7 minutos no podía hacer nada pero no podía reclamar pues sabia que podía ser castigado. Sentía como las gotitas de agua de su cabellos  caían a sus hombros y se sacudía como un perro, eso le hacia gracia pues toda vía tenia alma de un niño.   Ya había pasado un mes desde ese día, siempre con el mismo orden haciendo lo mismo cada día. Cuando salía el Sol le daban el desayuno, cuando el sol estaba por completo le daban la comida y cuando la Luna llegaba era la Sena y cada tercer día la ducha al amanecer él ya lo sabia de memoria.

___________________________________________________________



-Esta es la planta baja

-Es muy grande –dijo mirando a su alrededor

-Lo es

Interrumpió una enfermera que llegaba hacia ellos

-Doctor Franklin tiene que firmar esto- el nombrado y dueño del lugar tomo los papeles y firmo sin mirar bien que era

-Disculpe usted quien es?-  pregunto al mas joven

-Thomas Trumper a sus servicios –le sonrió a lo que la chica le devolvió la sonrisa más coqueta

-Es el nuevo doctor de piso señorita –dijo Franklin dándole los papeles a la enfermera

-Trabajara aquí desde hoy



Y tras decir eso siguieron con el recorrido en el psiquiátrico llegando a un salón.



-Aquí, para que se ocupa este sitio?

-Para nada en particular, antes se utilizaba como sala donde todos los pacientes se reunían en las tardes

-Y por que ahora no lo hacen?

-Por que hace uno  3 años cuando nuestros pacientes estaban aquí llego uno gritando, pataleando y tirando todo lo que encontraba

-Estaba muy enfermo? -Si, sus padres lo trajeron aquí por que tenía Manía Depresiva, ese día él no quería quedarse aquí

-Como todos-interrumpió

-Exacto a lo que decidí ponerle un sedante pero él lo noto y se  zafo de las enfermeras yendo hacia los demás pacientes causando un alboroto que prefiero omitir ya que fue muy fuerte al decir que los pacientes se volvían locos al verlo a él y mejor los encerramos de nuevo –dijo explicando- por eso mismo tememos sacarlos a todos y que ocurra lo mismo y mas a el, queremos evitar que se ponga loco aun que no a tenido ningún ataque

-Toda vía esta aquí?

-Si –dijo retomando el camino


Subieron escalones llegando al primer piso donde ambos se detuvieron

-En este piso están todos  que sufren de neurosis, ellos casi no causan problemas pues tienen miedo que al hacer algo les pase algo a ellos, no se hablan ni entre ellos ni con ellos mismos y a ellos les damos calmantes en pastillas y no en inyecciones por obvias razones  


 Thomas solo asintió con la cabeza.

Nunca te tendré

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Resumen:
Bill y Tom mantienen una relación mas allá de los fraternal, todo iba bien hasta que él dio cuenta que solo era utilizado por su hermano, que este solo lo buscaba cuando quería sexo pero aun que eso fuera Bill jamás lo dejaría de amar.. .

Categoría: Incesto
Genero: Drama
Clasificación: No menores de 16 años

Un triste pelinegro recostado en su cama lloraba  desconsoladamente escuchando gemidos femeninos en la habitación de Tom, no sabía por qué su hermano;  su amante actuaba de tal forma estando en una relación con él, no comprendía por qué si estaban juntos, aún seguía con sus relaciones de una noche pero era incapaz de preguntarle pues la última vez que lo trato de hacer no fue tan agradable.

Flash Back
Después de varias horas de haber llorado salió de su habitación despeinado y  con el maquillaje estropeado por el llanto, yendo así hacia la cocina donde sabia que ahí se encontraba su hermano, apretó sus nudillos dándose valentía y decidido bajo por las escaleras, camino lentamente hasta el comedor donde su gemelo yacía sentado frente a la mesa con una botella de vodka semivacía  y sin saber cómo empezar se sentó a su lado.

-Por qué Tom?-preguntó mirándolo, esperando alguna reacción por parte del de rastas rubias ¿Por qué me haces daño?-volvió a hablar al ver que su hermano no contestaba

-Deja de molestar y lárgate-hablo al fin sin si quiera mirarlo, lo que causo tristeza en el pelinegro

-¿Por qué si estás conmigo te buscas a esas?  ¿Por qué  me lastimas? - Tom se encontraba  en la misma postura que antes mirando hacia la botella de vodka

-Porque es normal Bill, yo soy un hombre… Es normal que quiera divertirme -contestó en tono frio. El menor no pudo evitar soltar un doloroso quejido pero no se iría sin obtener una respuesta concreta.

-¿Eso qué significa? ¿Para ti solo soy como una de esas putas con quien pasas el rato hasta que te aburres y me dejas a un lado? –Reclamo con un nudo en la garganta evitando que sus lágrimas lo traicionaran y verse débil ante él

-Si así lo tomas, entonces sí-declaro  sin darle la mínima importancia o eso creyó Bill. El de rastas se levanto de su asiento dispuesto a subir hacia su habitación

-Quiero que me respondas algo, ¿esto para ti es enserio o una más de tus aventuras?-dijo siguiendo al mayor

-No me alces la voz y ya te dije: tómalo como quieras, no por que a ti te importe a mí también me tiene que importar; si tú me amas es tu problema, bien sabias que esto era por un simple calentón pero tú y tus sentimientos me asfixian, por una vez en tu vida déjame hacer lo que me gusta, déjame vivir y si quiero me acuesto contigo o con mil chicas, a ti eso no te incumbe.

-Pero...-Bill susurro con lágrimas en los ojos sin terminar la frase puesto a que su gemelo  le interrumpió

-Déjame solo, ya tengo bastante con tus reproches- y diciendo eso subió las escaleras directo a su habitación dejando a un Bill completamente herido

-Pero yo te amo-dijo Bill en un susurro audible solo para él

Fin Flash Back

El pelinegro llora con más ganas al recordar ese día, pero aun así siguió con esa relación siendo consciente de que lo que Tom quería era solo sexo, aun  sabiendo que terminaría perdiendo, aun así  decidió seguir su juego.

De nuevo hundido en sus pensamientos recordó el día en que lo vio con una mujer en su habitación, el primer día en que supo que en verdad no lo amaba como cada noche se lo decía.

Flash Back
Esa tarde ambos gemelos disfrutaban de una soleada tarde con sus amigos Gustav y Georg en sus vacaciones, los cuatro estaban libres y disfrutando de un tiempo sin Tokio Hotel. Mientras estaban en la creación del nuevo álbum los cuatro chicos aprovechaban para salir, ese día el pelilargo propuso ir a un club y relajarse, a duras penas los Kaulitz  aceptaron  pues esa noche querían disfrutar de ellos mismos.

Bill suspiro aburrido, tan solo unos minutos bastaron para que los cuatro se desintegraran al llegar al club, incluso su hermano lo había dejado solo con las escusa que iría por bebidas para ambos pero no llegaba.  Como pasaban las horas Bill se ponía más nervioso al no ver rastro de Tom y decidido dejo la mesa para ir en su búsqueda pero al no hallarlo disidió salir afuera a tomar un poco de aire.
Salió del recinto a pasos lentos pues las luces tornasoles  del lugar lo cegaban por completo impidiendo poder ver hacia donde iba sin dejar de chocar con personas a su alrededor, al salir por completo camino unas cuantas calles prendiendo un cigarrillo para perder tiempo pero un extraño ruido lo interrumpieron, tanta era su curiosidad que siguió los sonidos hasta hallar a los dueños  de aquellas voces. Su primera reacción fue el miedo que se apodero de su cuerpo en un estado de shock haciendo que el cigarrillo se le cayera de los labios emitiendo un leve gemido de dolor, era su hermano  con una mujer rubia con minifalda, acostada encima del de él  entre la hierba comiéndose con la boca, Bill no supo como tomar aquello, solo se acercó quedando a un metro de distancia de ellos viendo la escena que daban, sus piernas temblaban, su corazón se rompía pero aun así no se alejaba.

Reacciono poco después cuando ambos jóvenes se separaron un momento a tomar aire después de aquel beso, el pelinegro supo que corría peligro de ser descubierto así que corrió todo lo que sus piernas le daban derramando lagrimas en el proceso.

Llego a su casa y azotando la puerta  subió las escaleras llegando así a su habitación, se acostó en su cama sin dejar de llorar, ¿por qué  Tom era tan cruel con él?

No faltaron más de dos horas para saber que había regresado su hermano, pero con compañía.

Fin Flash Back

Aquella  noche y las demás siguientes la relación de Tom y Bill había cambiado por completo, Bill huía de él y evitaba tener algún contacto con su hermano, el simple hecho de recordad lo que había pasado aquella noche lo había roto por completo. Lo que pensó era que aun que Tom le fuera infiel él nunca lo dejaría de amar, nunca le negaría nada.
Se sentó en la cama quitándose las lagrimas negras de su rostro, se miro al espejo haciendo una mueca de desaprobación al ver su maquillaje arruinado y sus ropas negras arrugadas, suspiro con cansancio y tomo sus lentes de sol de su buro y salió de la habitación tapando sus oídos para no oír mas aquellos gemidos que provenían de su hermano y su conquista, bajo las escaleras a paso lento y salió de casa para ir al parque que se encontraba cerca de su casa.

Al llegar se sentó en un columpio, no sabía por qué lloraba de nuevo si la acción de Tom se repetía día con día, cada noche pasaba lo mismo: traía a cualquier chica que se topara y la llevaba a su cama y cuando se acordaba miraba a Bill y ambos mantenían relaciones sexuales. Aun que él no quisiera al final accedía pues su amor hacia él era mayor que cualquier otra cosa por eso mismo no le reclamaba, no le reprochaba y dejaba que le hiciera lo que fuera, con tal de que no dejara de tocarlo soportaría lo que fuera.

Eran las 2:00 am cuando Bill llego a casa. Cuando entro supo que todo había terminado pues recordó que las luces estaban prendidas cuando salió y ahora estaban apagadas sin omitir que los gemidos habían desaparecido, apretó sus nudillos como si eso fuera a hacerlo más fuerte y con desgane se dirigió a la cocina, tenía la garganta seca y un poco de apetito debido a que no había comino nada en el transcurso del día.
Al entrar a la cocina vio a Tom, se encontraba sentado con un cigarrillo en la mano, trago duro y se adentro hasta llegar al refrigerador sacando leche la cual la sirvió en un vaso de vidrio y se sentó del otro extremo de la mesa a beberla, cada uno en su mundo sin hacer caso a nada más.

Bill se termino la leche en 4 sorbos y se levanto de la silla con suma rapidez, Tom lo imito y fue hasta el pelinegro agarrándolo de las caderas, Bill simplemente apretó sus ojos dejando el vaso sobre la mesa.

Tom lo volteo quedando así uno frente al otro apoderándose de sus labios de forma lasciva, metió su lengua a su cavidad bucal invadiendo con sus manos el cuerpo de su igual y este simplemente se dejaba hacer sabiendo lo que después sucedería.

Ambos chicos se dirigieron a paso lento a la habitación del menor sin romper el contacto de sus bocas, Tom empujo al pelinegro en la cama y se acostó encima de este  quitando su camisa sin el mejor cuidado posible, Bill gemía tras el contacto de las manos de su gemelo contra su piel y con delicadeza acariciaba el cuerpo de Tom.

El mayor quito el resto de la ropa de su hermano,  beso y lamio todo su cuerpo provocando gemidos por parte del menor. Bajo su mano hasta el miembro de este para masturbarlo creando  espasmos de placer que excitaba a ambos.

Cuando los dos se encontraban sin ropa Tom metió su miembro a la entrada del pelinegro  sin la menor delicadeza provocando un leve lloriqueó por parte de este, pero aun así no lo paro.

Tom embestía brutalmente a su gemelo mientras lamia su cuello dejando marcas en él. El ambiente se torno excitante, Bill beso al de rastas intensamente perdiéndose el uno con el otro.

Ambos sudaban y gemían, pronto se correrían y a eso Tom embistió con más fuerza y rapidez y el menor  rasguñaba la espalda de Tom excitándolo más. Se corrieron unos minutos más tarde y tras eso Tom salió del cuerpo del otro sin ningún cuidado acostándose alado de su hermano, cerrando sus ojos.

El pelinegro  se acostó de lado dándole la espalda a su gemelo mientras lloraba en silencio como lo hacía cada noche después su sesión de sexo,  al igual que todos los días no pudo dormir; solo cerraba los ojos fingiendo que todo estaba bien sintiendo como Tom se movía de un lado a otro para después salir  de la cama y e irse a quien sabe dónde, cada día  sentía  como se iba su amor para que al  día siguiente fuera todo  tan frio y distante como los días anteriores.

Bill sabia que aun que Tom siguiera con la misma rutina, aun que solo lo utilice, aun que no lo ame, él siempre estará ahí para cuando él lo quiera tener, sonaba cruel quizá masoquista pero así lo deseaba.
 

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